Esta es una de las frases más escuchadas cuanto nos referimos a medios digitales, a redes sociales y todo aquello que necesite tiempo extra, como la mayoría señala.
En mis cursos tanto de pre como de posgrado, la frase la escucho a diario. Tienen razón los que la dicen, solo que no del todo. ¿Por qué? Suelo empezar señalando un grupo de herramientas, redes y programas informáticos, que están creados para ahorrar tiempo. Entonces bajo esa lluvia de información, la respuesta cambia; no los conozco, no me enseñaron, no sabía que existían.
En esos casos respondo; tampoco los conocía, pero empecé a leer de ellos cuando empleaba uno y este me llevó a otro programa, de aquí a otra red social, en una especie de movimiento perpetuo y acelerado que aumenta mi “masa de conocimientos”. Newton gritaría de felicidad al ver cómo su segunda Ley dirige el movimiento en la Red.
Por dónde empecé, es probable que por el correo electrónico. Ese maravilloso medio, nos trajo desde cualquier parte la información. Cuando no tenía acceso a Internet empleaba un servicio denominado “Agora” que localizaba la página Web requerida y la enviaba a mi buzón de correo.
Empecé a descubrir los canales de noticias (RSS). En todos los cursos pregunto: los conocen, la mayoría no tiene la menor idea, piensan con razón que es acceder a los sitios de las cadenas internacionales. Para mí los RSS son el mensajero que trae la información a mi computadora, no pago nada, tampoco tengo que exigirles por la rapidez y la actualidad, están siempre que se les llama.
Después encontré miles, millones de fotos en Flickr. Me quedé maravillado cómo se podían encontrar tan excelentes fotos y me animé a crear mi espacio. Así en vez de enviar la misma foto por correo a varias personas, con lo que perdía un enorme tiempo, empecé a decir que estaba en tal dirección y ahorré tiempo y se lo ahorré a mi familia y amigos.
Mis alumnos me pedían las presentaciones en Power Point y aunque considero que estas no tienen sentido alguno sino van acompañadas de la voz del profesor, no se las negaba. Eso me creaba una pérdida de tiempo, copiar a sus memorias, borrar sus virus, desconectar la memoria, en fin largo, tedioso y angustiante proceso.
Descubrí Slideshare y allí coloqué todas las diapositivas, algunas han recibido miles de visitas, otras ninguna. No envíe más las diapositivas por correo, ahora indicaba la dirección. Me ahorré tiempo, conocí el trabajo de miles de personas y evité tantos virus, que más de una vez me hicieron perder más tiempo.
Acelerando mi masa de conocimientos, un día descubrí que los cientos de favoritos que guardaba en Internet Explorer (que manera más tonta de perder el tiempo) no los podía manejar. Cómo encontrar lo que guardé sobre un tema determinado, imposible. Así encontré delicious.com que como una delicia a mi tiempo, me permitió agrupar todos mis favoritos, agregarles etiquetas o palabras claves, con las que encontraba todo al instante. Se acabaron los favoritos, también el Internet Explorer. Me cambié a Firefox.
Este cambio fue otro alivio en el ahorro de tiempo. Ahora tenía en la barra de menús el estado del tiempo en la Ciudad, en la barra inferior la hora de varios países, puedo determinar el color en una página, mido las dimensiones de lo que se ve en la pantalla, detecto el código de una página, accedo a Delicious y especialmente un complemento para recordarme fechas (el cumpleaños de mi esposa siempre se me olvida, por suerte es una vez al año), entre otros complementos.
Pero no satisfecho aun con el ahorro de tiempo seguí encontrando otras posibilidades de Mozilla y me sorprendí con Yoono. Con esta barra, recibo los Twitter de varias de mis cuentas, veo mis familiares cuando se conectan a Yahoo, tengo las actualizaciones de Facebook, las de Flickr y Youtube, entre otras redes. No dejo de mencionar que alterno los Twitter con Echofon.
Como nunca aprendí a escribir en un teclado, lo hago un poco lento, pero no me preocupo pues dicto a la computadora y me ahorro un tiempo enorme.